Nunca
Más consigna que se escuchó en una sola voz de cientos de miles de personas y
que recuerda que el 24 de marzo de 1976 se produjo en Argentina un sangriento
golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional de la presidenta María
Estela Martínez de Perón. A partir de ese momento, se instaló la dictadura
cívico-militar encabezada por el Comandante del Ejército argentino Jorge R. Videla,
que destruyó las instituciones democráticas y acabó con la vida de miles
de argentinos/as a través de la represión violenta de cualquier expresión
social, política o cultural y que, a juicio de la Junta Militar, se consideraba
contraria como el Proceso de Reorganización Nacional.
Los
golpistas tomaron el poder por la fuerza con el fin de implementar un plan
económico a medida de las corporaciones. A partir de este momento las
desapariciones, torturas físicas y psicológicas a las que fueron sometid@s l@s
miembr@s de organizaciones sociales, políticas, sindicales y el pueblo
argentino en su conjunto, se convirtieron en parte de la cotidianidad.
El
silencio era ley para evitar la acción terrorista de la Dictadura, cientos de
mujeres dieron a luz bajo condiciones de maltrato, sus hijos les fueron
arrebatados y entregados a familias de militares, empresarios y personas
cercanas al círculo de los miembros de la Dictadura. Gracias a la labor
incansable de los organismos de derechos humanos como Abuelas de Plaza de Mayo,
Madres de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones
Políticas e H.I.J.O.S. hoy hay 116 niñ@s restituidos quienes han aclarado su
identidad y se han reencontrado con sus familias.
El
destino de muchos secuestrados y torturados fue la ejecución en Centros
Clandestinos y sus cuerpos fueron arrojados al mar, incinerados o enterrados
como NN, para asegurar que figuraran como desaparecidos y no como muertos. Los
violentos hechos de represión se sumaron a la derrota en la Guerra de las
Malvinas contra el Reino Unido, emprendida por la tercera junta Militar en
1982, hecho que provocó su caída.
Algunos
meses después la cuarta junta militar convocó a elecciones y el 30 de
octubre de 1983 triunfó el candidato Raúl Alfonsín del partido Unión Cívico
Radical. Bajo su gobierno se creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de
Personas (CONADEP), con el fin de investigar las violaciones a los derechos
humanos ocurridas entre 1976 y 1983, pero ante los levantamientos carapintadas
se dictaron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
Estas
leyes dieron fin a los juicios por crímenes de lesa humanidad. Entre 1989 y
1990 el entonces presidente Carlos Menen otorgó varios indultos que
favorecieron a los miembros de la Dictadura y a los jefes de las organizaciones
armadas que estaban involucrados en procesos judiciales, revalidando, así, la
Teoría de los Dos Demonios.
Ante
este panorama de impunidad, los familiares de las víctimas de la represión
buscaron apoyo internacional y en 1986 los tribunales de España, Alemania,
Francia e Italia iniciaron procesos contra integrantes de la Dictadura Militar.
En el 2003 el Presidente Néstor Kirchner, presentó una iniciativa para derogar
las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, esta fue aprobada por el Congreso
de la República Argentina y luego fueron declaradas inconstitucionales por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, lo que permitió la reapertura de los
juicios contra los represores que formaron parte de la dictadura
cívico-militar.
En
la actualidad Argentina se enfrenta a nuevos desafíos, ya que los avances
logrados en el marco de los juicios contra los responsables directos de la
represión, han permitido conocer aspectos claves para dar claridad sobre las
personas e instituciones que se beneficiaron de las acciones de la
Dictadura.
Conscientes
de la necesidad de la participación activa de toda la sociedad, la Agrupación
Xango por la inclusión y la Justicia Social se ha unido al proceso de
construcción colectiva de la memoria, generando espacios de reflexión y
análisis para consolidar escenarios democráticos, que contribuyan a la
inclusión de todos los actores sociales.
Los
afrodescendientes de todo el continente sabemos bien lo que significa el
terrorismo de Estado, desde la fundación misma del Estado moderno como tal.
Sabemos perfectamente lo que significa la violencia y la violación de los
derechos humanos. Y por este motivo nos sentimos en el deber absoluto de apoyar
todas las causas de derechos humanos que aquejen a nuestro país. Solamente
habrá un futuro en el que no hayan diferencias ideológicas ni raciales para que
todos los derechos humanos estén garantizados para cualquier ciudadan@ el día
que hayamos ganado la batalla contra el olvido de nuestra propia historia.
Esta no es otra cosa que el relato de las marcas de discriminación y violencia que hoy carga nuestra sociedad, y con las que tenemos que luchar a diario en este intento por una sociedad sin discriminación ni racismo de ningún tipo. Es por esto que desde la Agrupación Xangó y en nombre de todos los afrodescendientes que fundaron el estado argentino, decimos con toda nuestra fuerza: NUNCA MÁS. Nunca más al terrorismo de Estado, nunca más permitamos que no se garanticen los derechos humanos, nunca más al racismo y la discriminación, nunca más neguemos nuestra historia.
Juicio
y castigo. A 39 años de la última dictadura cívico-militar: Defendemos las
victorias y vamos por más democracia.
Imagenes tomadas de http://www.diarioregistrado.com/mobile/sociedad/115300-las-mejores-imagenes-de-la-marcha-hacia-la-plaza-de-mayo.html
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